viernes, marzo 02, 2007

Volver a lo de siempre

Ya tocaba un poquito de crítica de cine, o más bien de crítica social, o puede que simplemente sea cuestión de rajar por rajar (nombre que originalmente iba a tener este blog). Sea como fuere, hoy vengo a hablar de los Oscar, pero no en esa faceta frívola y anodina de corazón de invierno que ensalza lo bien que le sienta la bulimia a Reese Witherspoon (¿o sería peinado nuevo?) ni se pregunta si Nicole Kidman se ha puesto tetas o ha cambiado de marca de pantys. Lo que venimos a ensalzar hoy es el hecho de que por primera vez, una película 80% española se haya llevado 3 estatuillas de las de verdad (todo el mundo sabe que mejor película de habla no inglesa no es un Oscar de verdad porque sólo compiten las pelis rarunas), entre ellas una de las más importantes del apartado técnico/artístico como es Fotografía y lo que nos venimos a preguntar es por qué cojones dicha película fue presentada a los Oscar por Méjico y no por España. Curiosamente nuestro país se veía representado nuevamente por la película de turno de la señora manchega esa que rodó "Mujeres Bordes" en los 80, la cual, por cierto, no fue capaz ni siquiera de resultar nominada.

Esto me lleva a una serie de preguntas que me rondan la cabeza y que culminan en varios razonamientos.
Lo primero que me pregunto es si la ministra (como representante visible del ministerio) habrá siquiera visto las dos películas a las que estamos haciendo referencia. Me imagino que "Volver" sí, probablemente, ya que viste mucho hablar sobre el cine de Almodovar en las reuniones de culturetas a las que, indefectiblemente, te tiene que llevar el puesto de ministra; "El Laberinto del Fauno" por contra supongo que no la habrá visto, o, como mucho, de pasada en su casa en un screener chungo comprado en top manta.

La verdad que no me entra en la cabeza que en un año como éste, en el que el cine español contaba con muy dignas candidatas a ser nuestras representantes en el extranjero, hayamos tenido que volver a enviar lo de siempre. Y es que no escarmentamos, año tras año recurrimos al cine de pandereta y chopped que tanto gusta en los círculos gafapastas, promoviendo una visión grasienta y ochentera (si, Pedrito, admítelo, te quedaste enganchado en aquella década) de la realidad que nos rodea; no es que eso esté mal, no es que no se puedan enviar sus películas a los Oscar, que el jodío ya tiene hasta una estatuilla; lo que me parece repulsivo es que nuestros "dirigentes culturales" estén tan faltos de recursos y sean tan estrechos de miras que, pese a contar con fantásticas alternativas tengan que recurrir al chorizo de siempre que tanto repite.

Empiezo a pensar que los ministros de cultura suelen ser meros títeres plantados en un puesto que molesta poco y suele generar poca marejada (y tiene cojones que con la que cae en institutos y colegios a diario no levante auténticos tsunamis), tanto por el gobierno actual como por los anteriores. Habitualmente suelen ocupar el puesto mujeres, ¿será por la especial sensibilidad del bello sexo o porque así se puede meter una mujer más en la cúpula sin que toque mucho los huevos? que a lo largo de los últimos años, salvo por la honrosa excepción de Carmen Allborch, cometieron algunas de las más ridículas demostraciones de desconocimiento.

Tal vez sea ese el caso, y por eso llegado el momento de elegir película se puedan ver escenas tal que...
Ministra: ¿Ya toca otra vez elegir película para los Oscar? Joder que palo, Peláez ¿qué tenemos este año que valga la pena?
Pelaez: Bueno, Guillermo del Toro ha hecho una sensacional recreación de un cuento de hadas durante la Guerra Civil cargada con una fotografía sobrecogedora que...
Ministra: Uff suena a chancro, y lo de la Guerra Civil no me vale que luego los peperos me acusan de desenterrar fantasmas del pasado, ¿qué más hay?
Pelaez: Bueno, tal vez podríamos enviar Alatriste, toda una superproducción muy al estilo Hollywood con estrella incluida, sería una buena oportunidad de demostrar al mercado extranjero que aquí también podemos hacer cine comercial de una factura inmejora...
Ministra: No sé yo... no sé... suena poco nuestro poco hispano, muy como de fuera... ¿No ha hecho nada este año ese de las Mujeres Bordes?
Pelaez: ¿Perdón?
Ministra: Si hombre, el gordito ese afable que se tiraba a McNamara y que hace pelis con Carmen Maura y Victoria Abril.
Pelaez: (con cara de no dar crédito) Err... se refiere a Pedro Almodóvar claro, sí, ha hecho una estupenda película también este año, Vol...
Ministra: No tontolaba, Almodóvar no, el de las pelis de aquí de siempre, no el chaval de Tesis.
Pelaez: (sudando profusamente) Esto... me temo que confunde a Pedro Almodovar con Alejandro Amenabar señora ministra...
Ministra: Que no hombre que no, si hace unos años ganó un Oscar y todo que se lo entregó Penélope Cruz y gritaba ¡Pedro! ¡Pedr... ah.. claro... Almodovar, sí, ese es el que yo quiero. Pues venga mandamos la que haya hecho este año.
Pelaez: ¡Jawol! (taconazo)

Y es que no se explica otra razón por la que pueda haberse dejado de lado la oportunidad de, por fin, demostrar al exterior que, al igual que Francia, Alemania y otros muchos países europeos, aquí también se puede hacer cine de muy alta calidad, alejado de los tópicos habituales y capaz de competir en igualdad de condiciones en el mercado con el cine de palomitas yanki.

Supongo que con el ridículo que hay en este país en cuestión de política tardaremos muchos años en conseguir algo de seriedad en la parcela de la educación y cultura, históricamente ignorada y vilipendiada por los gobiernos. En fin, enhorabuena a los premiados y, muy especialmente, enhorabuena a Guillermo del Toro, pese a que no se llevase la guinda del pastel; manda huevos que tenga que venir un mejicano a enseñarnos cómo hacer películas sobre la Guerra Civil que no de grima ver, ardo en deseos de ver cómo finalizas tu trilogía Willy.